Mi primer tejido fue un cuellito, y desde entonces he tejido cuellitos todos los años.
Me encanta poder jugar con el grosor de las lanas y la combinación de colores.
Así fue que la marca empezó a hacerse conocida, aprovechaba cada oportunidad para vender, la reunión con mis amigas, lonches en mi casa y ferias por todo Lima.
Todo emprendimiento empieza así, tratando de posicionarse entre las amistades mas cercanas y luego convirtiéndose en una necesidad para el cliente.
En la foto pueden verme junto con Nala, mi boxer incondicional.
En Julio de este año tuve que ponerle alas y ahora me acompaña siempre en pensamiento.
Nunca olvidare esta foto, fue la primera y ultima sesión de fotos que tuvimos juntas.
Gracias Nalita por los 11 años juntas